ALEJANDRA PIZARNIK: "Que belleza guardan aquellos que no encuentran su lugar entre la gente, no es soledad, es un privilegio no encajar".
"Todo lo que tienes en el corazón, debe ser manifestado antes de que sea tarde".
El espejo de la melancolía: "Porque nadie tiene más sed de tierra, de sangre y de sexualidad feroz que estas criaturas que habitan los fríos espejos".
Hay
que llorar hasta romperse
para
crear o decir una pequeña canción,
gritar
tanto para cubrir los agujeros de la ausencia
eso
hiciste vos, eso yo.
Me pregunto si eso no aumentó el error.
Hiciste
bien en morir,
por
eso te hablo,
por
eso me confío a una niña monstruo.
Lloro,
miro el mar y lloro,
canto
algo, muy poco.
Hay un mar, hay la luz,
hay
sombras, hay un rostro.
Poco sé de la noche
pero
la noche parece saber de mí,
y
más aún, me asiste como si me quisiera.
me
cubre la conciencia con sus estrellas.
ALEJANDRA PIZARNIK: "No es muda la muerte. Escucho el canto de los enlutados sellar las hendiduras del silencio. Escucho tu dulcísimo llanto florecer en mi silencio gris".
Entrar entrando adentro de una música al suicidio al nacimiento.
ALEJANDRA PIZARNIK: "Buscar no quiere decir ir al encuentro de alguien si no yacer porque alguien no viene. Es tanta la soledad que las palabras se suicidan".
ResponderEliminarDe una amiga: "Me gustaba leer los artículos que escribió en Paris; ¡le dieron una beca!, a pesar de haber interrumpido sus estudios universitarios en Letras. Qué lucidez y qué léxico!. Eran introducciones, críticas literarias y antologías. Ya se sabe, le era fácil hacer poemas; pero ése otro aspecto de sí misma le fue descubierto, y con todas sus capacidades, demostró que muy bien podría integrar el equipo de cualquier editorial francesa. Quedarse le hubiera salvado la vida.
ResponderEliminarQue extraña sensación de una lectora; -que también soy yo, que al gozar profundamente de su poesía; reflexione sobre su muerte; no la de la poetisa; porque quedarán sus versos. Murió sola, en un pequeño departamento de Montes de Oca; con un suicidio anunciado hasta en las servilletas en que solía escribir algún verso. La acompañaba un piano, muchos frascos de barbitúricos, y un escritorio desbordado de poemas que nadie publicaba."
ALEJANDRA PIZARNIK: "Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta. En ese sentido, el quehacer poético implicaría exorcizar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque todos estamos heridos"
ResponderEliminarAlejandra Pizarnik: “Ahora, en esta hora inocente, yo y la que fui nos sentamos en el umbral de mi mirada”.
ResponderEliminarAlejandra Pizarnik, Diarios: "No hay tiempo para lo que no se desea hacer. Para lo que se desea verdaderamente hay siempre tiempo, se está siempre a tiempo, no se es nunca demasiado viejo".
ResponderEliminarAlejandra Pizarnik: "He aprendido a no intentar retener lo que se va. Pero no he aprendido a dejar ir sin que duela".
ResponderEliminarAlejandra Pizarnik: "No quiero ir / Nada más / que hasta el fondo".
ResponderEliminarAlejandra Pizarnik, Diarios: "Yo sé que la angustia suele engendrar poemas".
ResponderEliminar