Piaget: “Pelear en el momento inoportuno, en el lugar indebido o con las armas incorrectas puede resultar desastroso”.
Marie-France Hirigoyen: “En la
primera fase, las víctimas son paralizadas, en la siguiente, son destruidas”… “La
técnica es siempre idéntica: se utiliza la debilidad del otro y se lo conduce a
dudar de sí mismo con el fin de anular sus defensas”.
Jean-Charles Bouchoux: “El perverso narcisista, seduce a su presa a la manera de don Juan, pero luego la retiene e intenta destruir su imagen. Se alimenta de ella, y proyecta en ella su propia locura. Somete a su víctima y la empuja a la depresión, la violencia, la perversión, la locura, la enfermedad y, en los casos más extremos, a la muerte por suicidio o por accidente”.
Gerald W. Piaget, Personas dominantes.
“Los manipuladores que son
hábiles en estas tácticas no tienen necesariamente que intentarlo mejor o más.
Simplemente tienen que intentarlo otra vez. Siguen tras uno hasta que lo
fatigan, lo agotan y acaban con su resistencia. Por fin cedemos porque es la
única forma que conocemos para escapar, o porque ya no se nos ocurre ninguna
otra forma de detenerlos”.
“Cuando uno piensa que su empleo,
su matrimonio, su cordura o todo su futuro está en juego, su objetividad
desaparece por completo. Queda reemplazada por la desesperación, la ansiedad o
la obstinada decisión de arrancar las riendas del control de manos del
manipulador”
“Lleve a cabo su plan. Esté
plenamente consciente de que, vaya donde fuere, se lleva a usted mismo. Si
todavía se ve como una víctima impotente y se presenta ante el mundo de una
forma que haga que los demás también lo vean de ese modo, atraerá un trato que
lo convierta en víctima”
Marie-France Hirigoyen. El acoso moral.
“Cuando el acoso aparece, es como si arrancara
una máquina que puede machacarlo todo. Se trata de un fenómeno terrorífico
porque es inhumano. No conoce los estados de ánimo ni la piedad. Los compañeros
de trabajo por bajeza, por egoísmo o por miedo, prefieren mantenerse al margen,
Cuando una interacción asimétrica y destructiva de ese tipo arranca entre dos
personas, lo único que hace es amplificarse progresivamente, a menos que una
persona exterior intervenga enérgicamente”.
“Plantar cara al dominio supone
arriesgarse a ser odiado. En cuanto empieza a resistirse, la víctima, que se
había convertido en un mero objeto útil, se transforma en un objeto peligroso
del que hay que desembarazarse como sea. La estrategia perversa se revela
entonces con toda claridad… Cuando la víctima es capaz de expresar lo que
siente, hay que hacerla callar”.
“La vivencia de un trauma supone una restructuración
de la personalidad y una relación diferente con el mundo. Deja un rastro que no
se borrará jamás, pero sobre el que se puede volver a construir. A menudo, esta
experiencia dolorosa brinda una oportunidad de revisión personal. Uno sale de
ella reforzado, menos ingenuo. Uno puede decidir que, en lo sucesivo, se hará
respetar”.
Jean-Charles Bouchoux, Los perversos narcisistas:
“En apariencia es amable y puede
fingir compasión y simpatía. Es seductor y, si es preciso, puede mostrarse muy
servicial, sobre todo si eso le permite alcanzar sus objetivos, a menudo a
costa de los demás. No tiene nunca en cuenta las necesidades ni los
sentimientos de los otros, salvo para utilizarlos, manipular a su víctima,
aislarla y conseguir que haga lo que él quiere. Es egocéntrico, y aunque
también es mentiroso, exige en el otro la perfección y la verdad”.
“El perverso nos acusa muy a
menudo de cosas de las que no somos culpables. El perverso nos da órdenes
paradójicas, nos acosa con falsas acusaciones… Hasta el punto en que nuestro
cerebro no puede más y se da por vencido. Entonces ya no sabemos dónde estamos
o quiénes somos. Y ahí, nos tiene completamente a su merced”.
“El mejor regalo que podemos
hacer la narcisista es dejarle. Solo entonces, si no es completamente perverso,
podrá cuestionarse a sí mismo. Pero lo que ocurre a menudo, y muy rápidamente,
es que buscará una nueva víctima, so pena de hundirse, y negará la importancia
de su relación anterior”.
Gerald W. Piaget: “Si todavía anda por allí blandiendo los puños y arrastrando una maleta llena de resentimientos, encontrará nuevos adversarios en cada curva del camino. Cambiar su situación no cambiará su vida si no adquiere nuevas percepciones internas, una nueva conciencia y nuevas habilidades, y no las usa para cambiarse a sí mismo”.
Marie-France Hirigoyen: “Lo que el perverso envidia por encima de todo es la vida de los demás….eligen a sus víctimas entre las personas que se muestran más llenas de energía y que saben gozar de la vida, , como si intentaran acaparar una parte de su fuerza”.
Jean-Charles Bouchoux: “Nos corresponde a cada uno de nosotros trabajar sobre nosotros mismos, detectar en el mundo los seres que podrían ser peligrosos para nosotros, protegernos o, al menos, mantener una distancia suficiente”.